Embarazo en Adolescentes
Embarazo en adolescentes
Según la ONG, cada año nacen 13 millones de niños y niñas de
mujeres menores de 20 años: un 90 % (11,7 millones) en
los países en vías de desarrollo y un 10 % en los países desarrollados (1,3
millones). La adolescencia es un fenómeno
cultural y social, por lo tanto, sus límites no se asocian fácilmente a
características físicas que se identifica con cambios importantes en las
esferas biológicas, psicológicas y sociales del ser humano.
Esta
etapa es considerada como un periodo de la vida, libre de problemas de salud,
pero su adelantada maduración sexual, los lleva a la búsqueda de relaciones
sexuales tempranas como inicio de su vida sexual activa, que desde el punto de
vista de los cuidados de la salud reproductiva, los expone a disímiles
problemas que en lo general están dados por una inadecuada educación
sexual.
La
consolidación de una firme identidad positiva resulta de gran importancia en la
formación del adolescente, el cual debe tener un sentido coherente de
quién es, cuál es su sistema de valores y qué metas tiene en la vida.
Entre los desafíos que deben enfrentar está el relacionado con la práctica de
su sexualidad y el riesgo que esto conlleva para su salud reproductiva, por el
posible advenimiento de embarazos no deseados e infecciones de transmisión
sexual
Es importante
hacer hincapié en las consecuencias y riesgos que supone un embarazo
adolescente. La frase que resume gran parte del problema la redactó
la Organización Mundial de la Salud: “la adolescencia es el periodo de
vida en el cual el individuo adquiere la capacidad reproductiva, transita los
patrones psicológicos de la niñez a la adultez y consolida la independencia
socioeconómica”.
En el
caso de los embarazos precoces, esta realidad se hace añicos, pero eso no
es lo peor: cuanto más joven es la madre, más peligrosa es esta situación:
malnutrición, partos prematuros, niños con trastornos en el desarrollo y
malformaciones y un 50 % de probabilidades más de morir en las primeras semanas
de vida; en la madre: todas las complicaciones médicas del feto en desarrollo
también le afectan a nivel físico, pero, además, en muchos casos suponen:
- Falta
de atención médica por desconocimiento del embarazo
- Riesgo
de preeclampsia y eclampsia
- Riesgo
de fístula obstétrica, una lesión invisibilizada y con efectos
devastadores sobre la vida de miles de mujeres
- Alta
mortalidad de la madre
- Complicaciones
debido a los abortos clandestinos, como sepsis o hemorragias graves
- Embarazo unido a enfermedades de transmisión sexual.
Además,
a nivel psicológico y social es habitual encontrarnos con:
- Abandono
de los estudios, que dependerá del contexto y el nivel socioeconómico,
entre otros factores.
- El trauma
de un aborto provocado o espontáneo, así como los riesgos de caer en el
mercado negro en países donde esta práctica no se encuentre legalizada.
- En
países desarrollados, el nuevo núcleo familiar resultará, a menudo,
inestable (padres adolescentes o relaciones de corta duración), mientras
que, en países en vías de desarrollo, representará un mayor número de
hijos.
- Problemas
psicológicos: miedo a ser rechazada, ansiedad, estrés y problemas
familiares, rechazo del bebé o aparición de trastornos emocionales graves.
- Mantener relaciones
inestables (familias disfuncionales) o perjudiciales para la mujer
debido a las necesidades económicas y afectivas.
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